CUERPO Y FINITUD. UNA CUESTION DECISIVA EN... absurda sino una expresion de deseo, de ese deseo de ser todas las cosas, de ser voluntad de poder pudiéndolo todo; y la capacidad de discernir el camino en que ese instante se produzca: es el “mnstinto de la vida” cubriéndolo todo. CONCLUSION Hallo una profunda cercania entre los dos autores respecto del proposito de pensar la condiciébn humana fuera de los parametros de la subjetividad, disolviendo a ésta en un todo mayor que acta a través de ella. También una dificultad semejante a la hora de expresar ese todo para no usar un lenguaje que llevara a confunditlo con el ser de la metafisica griega o con la solucién hegeliana. Sin embargo hay diferencias que aunque puedan parecer mas o menos grandes dentro de contextos semejantes, resultan grandes por el hom- bre que resulta de uno y otro pensamiento. Una de ellas es que para Merleau-Ponty el silencio, lo misterioso, lo “invi- sible”, tiene que ver con las posibilidades del humano, con una constitucion de la espacialidad y una vivencia de la historia hechas cuerpo. El cuerpo es tiempo, es inscripcion de historia, es inacabado y contingente, y no hay nada en el hombre que sea ajeno a ello: 1a “subjetividad” que resulte de ese ejercicio es temporal, forma parte del mundo y por eso es cuerpo. Fste evidencia la presencia ineludible del limite y aceptarlo acentta el caracter de contingente del humano. No es posible para Merleau-Ponty separarse del mundo y vivir un instante prodigioso que impida la muerte, el cuerpo ancla en el mundo porque es mundo. El cuerpo nietzscheano es poder, fuerza que permite la evasion del mundo cuando se torna superlativa (Ubermensch) y voluntad de poder como clave que permite interpretar todo lo vivo y desde alli domarlo. El mundo es para el hombre un monstruo de fuerza sin principio ni fin, que no se consume sino que solo se transforma; envuelto en “la nada” como su frontera, el hom- bre fuerte, el creador, esta siempre fuera del mundo, contrapuesto a él. Solo sucumbe al mundo el débil que vive sometido a la vileza moral. La voluntad de poder es parte de la energla creadora de la tierra, el poder de los poderes y da origen a la creacion que trasmutara los valores viles. La esencia creadora de la tierra es el principio cosmico de todas las cosas. La tierra en su no presencia, en su movimiento productivo, es denominada “vida” y esta vida de la tierra es la voluntad de poder que se pone en acto en el hombre creador. La libertad del creador se realiza en el poder. Por este poder, participa del tiempo cosmi- co. Al reducir su voluntad a la energia creadora de la tierra, supera los limites de su finitud, de su tiempo propio y se reconoce tiempo coéHsmico. El hombre nietzscheano no acepta su condicidon corporal, busca vivir fuera del tiempo, es un Ubermensch. Sea que lo traduzcamos superhombre o ultra hombre, este hombre ha perdido su condicion humana, ha perdido su cuerpo. Enfoques XX, 1-2 (2008): 47-72 71