CUERPO Y FINITUD. UNA CUESTION DECISIVA EN... Por medio de la sensacion capto, al margen de mi vida personal y de mis actos propios, una vida de conciencia dada de la que ellos emergen, la vida de mis ojos, de mis manos, de mis oidos que son otros tantos yo “naturales”. Cada vez que experimento una sensa- cién, experimento que interesa, no sélo a mi ser “propio”, aquél del que soy responsa- ble y del que decido, sino a “otro yo” o a un yo otro que ya ha tomado partido por el mundo, que se ha abierto ya a algunos de sus aspectos y se ha sincronizado con ellos [...] Experimento la sensacion como modalidad de una existencia general, ya consagra- da a un mundo fisico y que crepita a través mio sin que sea yo su autor. El cuerpo abre a una subjetividad diferente que establece una especie de “pacto originario” que hara inmediatamente significativos ciertos aspectos del mundo, sin haber intervenido personalmente en su elaboracion (seguimos asociando la persona con lo racional, lo intelectualmente volitivo). Para Mer- leau-Ponty, la percepcion se corresponde con esa “posesion” del mundo en un cogito pre-reflexivo, un cogito ntencional no reflexivo sino operante. Esta inten- ctonalidad es un movimiento de relaciéon con el mundo no mediatizado por representaciones, es un tender a pleno de significacion. El resultado no es un conocimiento sino una relacion simple o multiple, gestual y comportamental con aquello que puebla el mundo. La percepcion corporal permite adoptar una actitud, un modo de existencia, coexistencia, correspondencia inmediata y comunicativa y da pie a la expresion, no como vehiculo de un pensamien- to/sentimiento sino como la misma “adquisicion de significado”, de tal mane- ra que en la comunicacion originaria “mis palabras me sorprenden a mi mismo y me enseflan mis pensamientos’.’6 Por eso podemos decir que el cuerpo es fundamentalmente un espacio expresivo y que la expresividad es la funcién primordial de la subjetividad corporal haciéndose lenguaje. El espacio va sien- do constituido por esa intencionalidad corporal; esa “percepcion” que no es “personal” (subjetiva) ni tampoco interpersonal (intersubjetiva) sino “que se da siempre al modo del “se”, y se expresa “sonando” como lenguaje. Esta dimension “impersonal”; asociada al protagonismo del cuerpo, abre a la trascendentalidad. Esta es el rasgo preyoico de la intencionalidad corporal, su caracter carnal que no solo abre a lo trascendental sino a la sensacion y la reflexion: la mano que toca stente al mismo tiempo que es tocada y esto post- bilita la reflexion. La conciencia en cuanto conclencia corporal, en cuanto intencionalidad operante primera, es caracteristica de un sujeto que se “reco- noce” yo luego de haber”se” sabido y haber actuado como “se”. Es lo que 15 Merleau-Ponty, Phénoménologie de la perception, 231. 16 Merleau-Ponty, Signes (Paris: Gallimard, 1960), 160. 17 Merleau-Ponty, Phénoménologie de la perception, 2777. Enfogues XX, 1-2 (2008): 47-72 53